El debate del cambio de hora

El debate del cambio de hora: ¿A favor o en contra? 

Cada octubre, vivimos un momento un poco agridulce. De repente, nos dan una hora extra, como un regalo. Pero ese "regalo" tiene trampa, porque nos roba la luz de las tardes.

Se nos va el sol mucho antes y, de golpe, todo se vuelve más oscuro. Es como si alguien nos quitara de la mano esa horita de luz que tanto se agradece para dar un paseo o para simplemente volver a casa viendo algo más que la oscuridad de la noche.

Personalmente, me pregunto si realmente es un sistema eficiente en el siglo XXI. Retrasar el reloj una hora en otoño nos ofrece mañanas más luminosas, pero a cambio, el sol se pone mucho antes por la tarde. Esto no solo afecta a nuestra rutina diaria, sino que, como demuestran algunos estudios, la reducción de la luz diurna al final de la jornada puede tener un impacto negativo en nuestra salud mental y productividad. Ese cambio, por pequeño que parezca, nos afecta a la cabeza y al cuerpo. ¿No sería mejor quedarnos con un horario fijo y dejar que el sol nos acompañe más tiempo? 

Si el objetivo es la eficiencia energética y hay más luz por las mañanas otoñales, ¿por qué no adelantamos la hora de entrar al trabajo o al colegio?